lunes, 4 de mayo de 2009

De la pobreza...


Podemos hacer muchas descripciones, hacer muchas mediciones; se dice, se analiza, se hacen encuestas, se crean conceptos, ensayos, estudios, tratados y hasta tesis doctorales, pero… ¿se plantea algo real, algo definitivo y viable para resolverla? no es esto más que estudios y copias de estos estudios para cumplir requisitos de tareas académicas, informes institucionales, nacionales e internacionales para decir, descubrimos que hay pobreza X, con algún calificativo académico.

Si se ve retrospectivamente, existe una cuantiosa información sobre causas y razones, pero, ¿se hace algo contundente para reducirla o erradicarla? Y no necesariamente regalar un plato de comida, regalar una frazada, o una lamina etc. que en algo ayuda probablemente, pero inclusive la situación de pobreza, “relativa” si se quiere calificar de alguna manera, de personas que se reincorporaron a la sociedad al finalizar la guerra interna y que habían sido desplazados, a los cuales se les dio tierras, pero prácticamente no sabían qué hacer con ellas, por lo visto no se les “enseñó” que hacer; se les veía vagando por los alrededores de las comunidades creadas, sin objetivo, para quienes no era opción trabajar la tierra, después de estar años en campos de refugiados, recibiendo el alimento sin ningún tipo de esfuerzo, algunos inclusive terminaron en la delincuencia.

No cabe duda que es una situación compleja, o como dicen los documentos “un fenómeno de carácter multidisciplinario”, pero realmente, ¿quién o quienes tienen o tenemos la obligación de combatir la pobreza? ¿Realmente se puede resolver? ¿Qué se puede hacer específicamente en Guatemala?

Sin el ánimo de polemizar, lo primero que debe hacerse, creo, es educar, asunto que compete al principalmente al estado, y que no desliga a otras instancias que tienen como y pueden hacerlo, civiles y/o religiosas.

Educar probablemente rompa el círculo vicioso de lo que algunos analistas llaman “la cultura de la pobreza” y no voy a apropiarme de la definición que expresa: “Según este planteamiento las causas de la pobreza no están en el modelo de desarrollo que caracteriza a la sociedad donde se encuentran, más bien en los pobres mismos, dado que bajo esta cultura subyacen los valores de resignación y fatalismo… Bajo este argumento se dice entonces que la pobreza genera una cultura que determina ciertos comportamientos típicos que la perpetúan y la reproducen como actitudes de impotencia, pasividad, fatalismo y búsqueda de caridad.”

Es radical, pero no deja de tener algo de verdad, porque se ha arrastrado, por las características estructurales de la sociedad Guatemalteca, a que ciertos grupos sean marginados y excluidos, principalmente del ámbito educativo, como mecanismo de sometimiento, lo cual hasta nuestros días es causa de pobreza.

Pero hoy por hoy, muchas personas han logrado tener una opción real, decente y sólida de subsistencia, a partir de haber aprendido a leer, y romper ese círculo a cualquier edad, ellos han establecido pequeños negocios, que poco a poco han hecho crecer, o logran mejores trabajos y mejores beneficios para cubrir sus necesidades.

La educación es base del bienestar, independientemente de que la pobreza, por ser un fenómeno multidisciplinario, necesite otros apoyos y recursos. La educación conlleva muchos otros aspectos que el simple hecho de leer y escribir, que inciden en el desarrollo humano, y permiten ver la situación de otra manera. Usted, ¿qué opina?

1 comentario:

  1. Efra: Revisate el informe de pobreza en C. A. publicado por el PNUD, se encuentra en la biblioteca central de la USAC. con el aprecio de siempre.

    Carlos Montenegro

    ResponderEliminar